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El motor es el elemento fundamental de un automóvil, encargado de generar el movimiento mediante un complejo sistema de componentes metálicos que requieren lubricación y mantenimiento cuidadoso para funcionar correctamente. Para ello, se utilizan aceites que circulan gracias a bombas y que permiten reducir la fricción entre piezas como el cigüeñal, árbol de levas, pistones y baleros. Dentro de este sistema, el cárter de motor cumple una función esencial: actúa como depósito del aceite lubricante y cubre la parte inferior del motor, evitando fugas y protegiendo sus elementos internos. Además, ayuda a disipar parte del calor generado durante la combustión y permite que la bomba de aceite recircule el lubricante hacia las piezas móviles. El buen estado del motor también se monitorea mediante indicadores en el tablero que muestran niveles de temperatura, presión de aceite y gasolina, así como de forma manual con la bayoneta para medir el nivel de aceite. Un cárter en mal estado puede ocasionar fugas, bajo nivel de lubricación y daños severos en los componentes internos del motor. Síntomas de un cárter dañado o defectuoso: --Fugas visibles de aceite bajo el auto. --Disminución constante del nivel de lubricante. --Presión de aceite baja en el tablero. --Golpes o daños visibles en la parte inferior del motor. El mantenimiento más común del motor incluye el cambio de juntas, sellos, retenes y afinaciones periódicas. Sustituir un cárter dañado es indispensable para garantizar la correcta lubricación, proteger el sistema interno y prolongar la vida útil del motor.